Un proceso de sucesión es uno de los procesos legales más delicados y necesarios después de la ausencia de un familiar. El derecho sucesorio es una rama del derecho privado mediante la cual se define el destino de los títulos/bienes del fallecido. El trámite debe realizarse a través de las vías notariales (si es por mutuo acuerdo) o por las judiciales (cuando no se comparte una misma opinión).
El primer paso dependerá de las características particulares del caso, sin embargo, se puede decir que si el monto involucrado es inferior a 15 salarios mínimos vigentes, y hay acuerdo, no es necesaria la representación de un abogado (aunque siempre se aconseja contar con uno.) Si el monto es superior a dicha cuantía, se debe otorgar un poder a un profesional para que se ocupe del trámite.
Cuando hay acuerdo, se debe realizar la solicitud de sucesión, anexando los poderes otorgados a los abogados, los documentos que citen los hechos, las pruebas y otros anexos necesarios, inventario de los bienes, obligaciones y derechos de la persona fallecida, avalúo de dicho inventario, trabajo de liquidación y partición de herencia. Es importante solicitar una buena asesoría legal de abogados especializados en resolución de sucesiones para evitar errores que retrasen el trámite.
Con la solicitud en trámite, las entidades oficiales se ocupan de comunicar la información. La Notaría deberá enviar la notificación a la DIAN, a la Superintendencia de Notariado y Registro, y a la Secretaría de Hacienda colombiana cuando tenga la solicitud, el inventario, el avalúo, la liquidación y partición de los bienes involucrados en la herencia. También se fijará un edicto y se publicará a través de medios de comunicación como la prensa y la radio para notificar a terceros interesados.
En caso de que la persona fallecida estuviera casada, la sucesión deberá incluir la disolución de la sociedad conyugal. Algunas veces será posible que la pareja no esté, pero a través de la figura de representación, una persona de línea directa de consanguinidad (como un hijo) puede reclamar los derechos legales que le correspondían a su familiar. En Colombia los procesos de sucesión por notaria, cuentan con un trámite especial que permite que se puedan adelantar en un periodo estimado de 2 meses; se trata de un proceso ágil que requiere que todos los herederos estén de mutuo acuerdo en la distribución de los bienes. Los costos notariales se pagan directamente a la notaría (el precio aproximado, con liquidación de la sociedad conyugal en caso de ser casado o liquidación de la sociedad marital en caso de ser compañeros permanentes, dependerá del valor de los bienes y se tendrá que tomar como valor mínimo de los bienes el del avalúo catastral, esto es, el valor que aparece en el recibo predial).
En caso de no existir acuerdo, el trámite cambia a ser de orden judicial. Cada familiar o persona que haga parte de la sucesión, podrá hacerse presente a través de un abogado (apoderado a través de un Juez de Familia) que le representará en el proceso. Cada uno de los interesados podrá presentar sus pruebas y argumentos ante el juez para que éste tome una decisión final sobre el reparto de los bienes del fallecido. Es importante mencionar que este proceso puede ser más largo y costoso que el procedimiento notarial, pero es necesario cuando no existe acuerdo entre los herederos. El trámite judicial es un proceso con primera y segunda instancia, es decir que un juez dicta una sentencia inicial y en caso de que alguna de las partes interponga el recurso de apelación, un segundo juez decidirá definitivamente; la duración dependerá de qué tan rápido o demorado se avance por parte del juzgado en las diferentes etapas procesales, estimando para cada instancia una duración aproximada de 12 meses.
En resumen, iniciar un proceso de sucesión puede ser una tarea difícil y delicada, es por eso que es recomendable contar con una buena asesoría legal para evitar errores y retrasos en el trámite. También es importante analizar las características particulares de cada caso y la existencia o no de acuerdo entre los herederos. Con estos puntos en cuenta, se podrá llevar a cabo el proceso de sucesión de manera eficiente y con la menor cantidad de obstáculos posibles.